sábado, 2 de noviembre de 2013

RESISTENCIA AL CAMBIO

ltimamente hemos odido mucho la palabra “crisis”, pero no hemos reflexionado sobre el signifcado de esta palabra. Un sistema entre en crisis cuando cuando los elemento sobre los que se sustentan dejan de ser eficaces, dejan de ser útiles. La crisis nos avisa de la necesidad de hacer cambios, pero no cambios basados en modelos antiguos, pues estos inevitablemente nos llevarán a la misma situación de crisis, una y otra vez. Los cambios a realizar han de ser nuevos, sustentados en elementos más sólidos, elementos que hayuden a establecer un equilibrio, el cual hasta ahora no hemos conseguido con los modelos experimentado; lo cual hace que resulte absurdo retomar patrones anteriores.
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La experiencia es enormemente útil cuando se trata de hacer lo mismo que se ha hecho anteriormente. Permite ser más eficiente y realizar mejor la tarea. Sin embargo, puede ser un obstáculo cuando lo que debe hacerse es diferente. También puede actuar en nuestra contra cuando damos la misma solución a un problema diferente del que otras veces nos hemos encontrado.
El cambio es la transición desde una situación actual a una situación futura deseada. El cambio es algo extremo, muchas veces percibido a través de un hecho concreto (un nuevo jefe, un nuevo sistema informático, nuevos procedimientos). La transición es una experiencia interna, que significa el abandono de costumbres, relaciones e incluso actitudes establecidas, con el fin de adoptar y asumir nuevos modos de hacer.
Un cambio nos resulta difícil, no sólo porque modifica nuestra forma de actuar, procesos, sistemas y relaciones, sino también porque pone en entredicho nuestros “modelos mentales”. Estos son las hipótesis, generalizaciones y creencias que inciden en nuestra manera de ver el mundo y de imponer nuestro orden particular en lo que percibimos.
Nuestros modelos mentales hacen que a veces llegamos a conclusiones erróneas o poco fundamentadas, basadas más en nuestras creencias o temores que en los hechos. Para poder detener este proceso, tenemos primero que identificar en qué momento nos hemos apoyado más en nuestros modelos mentales que en la realidad.
Las creencias son generalizaciones que nos hacemos acerca de nosotros mismos, de otras personas y del mundo que nos rodea. Lo que confiere a las creencias su poder, es el hecho comprobado de que poseen una notable tendencia a volverse verdaderas. Por eso, cambiando una sola creencia cambiará una parte de nuestro comportamiento.
La estrategia aquí, consiste en cambiar la manera de entender una afirmación, una creencia, o un comportamiento para darles otro sentido.
El cambio es posible cuando dirigimos nuestros proyectos hacia objetivos claros. Tenemos los recursos que necesitamos. El crecimiento y el desarrollo personal son procesos de disociación, identificación e implantación de una continua serie de pequeños progresos.
La formación por sí sola no ayuda, pero sí mejora la habilidad para avanzar. La formación por sí misma, no cambia lo que está mal, pero hace que mejoremos a la hora de progresar. El progreso refuerza la perspectiva y objetividad sobre nuestra realidad.
Pensemos en personas que está empezando a hacer cosas y mejorando sus vidas: tienen una estrategia diferente para el cambio. Identificar estrategias válidas para nuestro cambio es el punto de partida necesario para cualquier proceso de transformación.
Concedernos oportunidades de probar y experimentar posibles soluciones es la forma más efectiva de conseguir una mejora en los procesos. Muchas veces, debido a nuestras experiencias personales y profesionales de crecimiento, no nos concedemos oportunidades de crecer, instalados “forzosamente” en el golpe a golpe de nuestro esfuerzo continuado.
A pesar de que la gente se resiste al cambio, y lo ve como un riesgo, es casi siempre, inevitable. El cambio ocurrirá, y puedes optar por participar activamente en él, y seguir el curso, o tratar de resistirte, y sufrir el estrés y las dificultades.
Este modelo económico basado en la explotación indiscriminada de los recursos para la producción descontrolada de prodcutos de consumo, se está quedando obsoleto ya que los recursos de los que disponíamos están empezando a tocar fondo. Hemos destruido gran parte de la masa vegetal, hemos aniquilado especies vegetales y animales, hemos arrañado las entrañas de la tierre para arancar todo aquello que nos apetecía, hemos contaminado las aguas dulces y estamos esterelizando los océanos.
Por eso es preciso un nuevo modelo económico basado en la regeneración de los recursos naturales, un modelo más respetuoso con nuestro entorno, paralelo a un consumo más responsable, menso depredador.
No es necesario hacer esto por altruismo, pensando en el conservacionismo; hazlo por ti mismo, por tu calidad de vida y por la calidad de vida de aquellos que más te importan. Pero no te quedes sólo con la idea, pensando lo razonables puedan ser estas palabras, ponte en marcha y entra en acción, haz valer tu derechos que son los de todos.
¡Empieza tú mismo el cambio!.

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